El impacto ecosocial de una imagen generada por IA estilo Ghibli

Por Aurora Gómez Delgado y Fanta, de TuNubeSecaMiRío
0.-Intro
Esta primavera en Internet se movía un meme. En dicho meme se veía un hombre trajeado hablando a unos chavales alrededor de una hoguera, en un mundo postapocalíptico. El texto decía: «La IA depredó todos nuestros recursos naturales, nuestras tierras y agua. Pero durante un segundo todo se convirtió en una imagen de estilo Ghibli.»
A finales de marzo OpenIA lanzó GPT-4o, un modelo de IA generativa que permite crear imágenes con el estilo de Estudio Ghibli (Rakshale, 2025). Pronto se convirtió en un fenómeno viral con millones de usuarios utilizándolo de manera individual, pero también por parte de instituciones. Se modificaban selfies, imágenes históricas o memes. Pero algo en apariencia tan inocente oculta realidades, pues la IA generativa esconde impactos medioambientales, es una herramienta al servicio del poder y supone una extracción de los derechos de les trabajadores.
¿Cuanta agua consume una imagen generada por IA imitando estilo Ghibli? Centrándonos solo en el agua, 1 millón imágenes ghiblizadas consume 40,000 litros de agua. Es decir, el equivalente a lo que necesitan 2000 personas para vivir (Keech, 2025). Pero este fenómeno también ha permitido aflorar las críticas contra la IA desde puntos de vista medioambientales, sociales, democráticos y antirracistas.
1. Mi vecino Miyazaki
Cuando hablamos sobre con qué referentes ecologistas queremos educar a nuestros niñes siempre sale ese punto en común: El estudio Ghibli es una buena opción.
Este estudio japonés fundado en 1985, con Hayao Miyazaki como director, lleva décadas creando obras maestras de la animación con mensajes ecologistas, pacifistas, antiautoritarios, anticolonialistas y antifascistas. Además, sus personajes suelen ser feministas y luchan contra el edadismo. Incluso se han señalado sus obras como ejemplos de cultura solarpunk y ecofeminista, con unas propuestas donde se entiende la naturaleza no como un bien que arrasar en pos de la producción capitalista, sino que entiende la naturaleza como algo con lo que coexistir y cuidar.
Las películas de Estudio Ghibli incluyen narraciones de resistencias imposibles de encontrar en otros estudios de animación. Destacar por ejemplo, la resistencia anticolonialista de La Princesa Mononoke, los relatos pacifistas de El Chico y la Garza o El Castillo Ambulante, las historias antifascistas de Porco Rosso, o la resistencia anticapitalista de los mapaches de Pompoko y otras muchas historias interesantes.
Sus tramas suelen ser complejas desde un punto de vista occidental, con una resolución de conflictos más basada en la empatía que en una simple distinción de buenos y malos. Lejos de las lógicas de competición, violencia e imposición de poder.
Miyazaki tampoco se ha encontrado ajeno a las posturas críticas contra la tecnología, en una entrevista presentando Ponyo en el acantilado, explicó lo que le llevó a crear esta película: «La mayoría de la gente depende de Internet y los móviles para sobrevivir, pero ¿qué pasa cuando dejan de funcionar? Quería crear una madre y un hijo que no se sintieran derrotados por la vida sin ellos», (Miyazaki, 2009).
Con toda esa trayectoria, no nos extrañó cuando Miyazaki se convirtió en un meme como resistencia contra la IA. En un documental de 2016 reaccionó con tristeza y disgusto ante una animación generada por IA que le enseñan unos estudiantes universitarios. «Nunca desearía incorporar esta tecnología en mi trabajo. En absoluto», y tras un silencio incómodo declaró: «La IA es un insulto a la vida misma». Esa frase tan contundente resumía perfectamente lo que mucha gente sentíamos respecto a la IA.
2.-Antes cerdo que fascista
Uno de los ejemplos más terroríficos del uso de esta «ghiblificación» fue la Casa Blanca de EEUU. En la espeluznante línea racista que están llevando, publicaron una imagen estilo IA-Ghibli donde se mostraba a una mujer migrante llorando (Virgina) siendo deportada. Esta deshumanización encajaba con toda la línea que está llevando el gobierno de Trump respecto a la migración.

Nada es casual en la manera de crear propaganda en el gobierno de Trump. Desde el formato (meme), a la tecnología (IA). «La memeficación de los crímenes contra la humanidad es una nueva frontera que parte de la estrategia de hiperestimular y a la vez desensibilizar ante la escalada del fascismo» (TheSlowFactory, 2025). Este formato ha sido determinante en la carrera de Trump para llegar a su electorado (Gómez Delgado, 2019, Proyecto Una, 2019)
En cuanto a formato, no es de extrañar que la IA se haya convertido en la nueva estética de la ultraderecha (Watkins, 2025). Una estética vacía de significado, en manos del tecnocapitalismo que arrasa el medioambiente, coloniza territorios, depreda los derechos culturales de les trabajadores y es usado para banalizar el mal.
Sin duda, esta imagen de Virgina llorando pasará a los libros de historia y lo hará junto a otra: La imagen de investidura de Trump. En dicha imagen se observa a todos los tecnobros de las grandes empresas. Era una retrato que dejaba muy claro las intenciones del gobierno de Trump: gracias a quien gobernaba y para quién gobernaba.
Así pues, la apuesta por los Centros de Datos, la IA y en general el tecnocapitalismo está siendo lo más destacado del Gobierno de Trump en su segundo mandato. Y no debe extrañarnos estas conexiones entre política y tecnología. Solo tenemos que echar la vista atrás a los orígenes de la automatización para ver que muchas veces esta fue concebida desde las élites dominantes para deshumanizar y concentrar el poder.

Creación de @adifitri a partir de la película Porco Rosso (Estudio Ghibli)
Hace unos años el debate sobre los riesgos de la IA se situaba en si podían cometerse errores «no planificados» en el diseño de la IA. Ahora, clarísimamente estamos viendo como la IA se está utilizando como una herramienta esencial de la necropolítica y el capitalismo de la vigilancia para decidir quien vive y quien muere en las fronteras, o incluso espiar a les activistas antirracistas (Postnau 2021, 2025). O directamente como en el caso que nos ocupa, la IA usada dentro del aparato burocrático del Estado se puede usar en regímenes fascistas para reafirmar su poder (McQuillan, 2022).
La IA se utiliza para banalizar el mal y deshumanizar a las víctimas de la opresión sistémica, lo que no le extrañaría nada a Hanna Arendt. Para así pues, poder ejercer una necropolítica, siguiendo el concepto propuesto por A. Mbembé (2003) donde esta tecnología marca quien debe vivir, morir o vivir como muertos vivientes. Quien vive o muere, como el Algoritmo Lavanda en el genocidio de Gaza, qué mujer merece protección como el sistema ViogGén en España, o quien merece ser salvado en el mar al cruzar una frontera.
Un buen ejemplo de ello es Charles Babbage, un rico inglés considerado uno de los padres de la automatización. Este hombre se fijó en las plantaciones esclavistas para automatizar las fuerzas de trabajo en las fábricas inglesas y quitar el poder que tenían los obreros cualificados. (Merchant, 2023; Whitaker, 2025). Así pues, existen muchas tecnologías, pero muchas veces las clases dominantes las utilizan para centralizar aún más el poder. Y la IA, es la cúspide de las tecnologías de la vigilancia, depredación de recursos naturales y centralización del poder.
3.- El castillo en el cloud
Para nuestra esperanza, dentro de ese tecnocapitalismo voraz se van levantando también resistencias en todos los ámbitos. Por ejemplo, colectivos como el nuestro (Tunubesecamirio) estamos poniendo la mirada en los impactos medioambientales del tecnocapitalismo.
En nuestro caso, trabajamos sobre el impacto ecosocial de los Centros de Datos que se están explotando por todo el planeta. ¿Qué son los Centros de Datos? Son solamente una parte de las infraestructuras de Internet, que está compuesta por cables submarinos y terrestres, Centros de Datos, satélites, routers, swtiches, servidores, smartphones, ordenadores, etc. Estos Centros de Datos son los edificios que albergan los servidores (ordenadores) que sirven para almacenar, procesar y distribuir la información que circula por Internet en forma de datos.
En una zona como España, donde la sequía es el mayor peligro al que nos enfrentamos por el cambio climático, que vengan corporaciones a “beberse” nuestra agua nos parece indignante.
Los Centros de Datos que llamaremos clásicos usan energía para funcionar y refrigerarse, pero los de Hyperscala, pueden utilizar además agua para refrigerarse. Esa parte, la del agua, fue la que inició la chispa de rabia que hizo constituirnos como colectivo. En una zona como España, donde la sequía es el mayor peligro al que nos enfrentamos por el cambio climático, que vengan corporaciones a “beberse” nuestra agua nos parece indignante. Volviendo a las imágenes de estudio Ghibli, un estudio reciente muestra que 1 millón imágenes ghiblizadas consume 40,000 litros de agua. El equivalente a lo que necesitan 2000 personas para vivir (Keech, 2025).
¿Qué diferencia habría entre los Centros de Datos “clásicos” y los de Hyperscala? pues que los Centros de Datos de Hyperscala son mucho más grandes, con enormes consumos de agua y electricidad, pertenecen a las grandes bigtech de Silicon Valley y su expansión está ligada a la expansión de la IA. ¿Porqué? Pues porque en la parte de procesamiento la IA consume una barbaridad y por tanto demanda mayor refrigeración y se aceleran sus procesos de obsolescencia que demandan nuevos dispositivos.
Así pues, la nube a la que tanto se hace referencia no existe más que en la cabeza de quien la usa. La nube en realidad son Centros de Datos en forma de enormes naves industriales que tienen una gran cantidad de impactos sobre los territorios donde se implantan, convirtiéndolos a ellos y sus comunidades en zonas de sacrificio.
4.- El viaje de la IA.
Toda esa infraestructura material conlleva unos impactos ambientales y ecosociales en toda esa cadena de valor (Crawford, 2023; Valdivia, 2024).
Vamos a imaginarlo un segundo. Estamos en un día aburrido, y decidimos usar el filtro de OpenIA para crear una imagen ghiblificada, ya sea un meme como un avatar para nuestras redes sociales. ¿Qué impactos materiales tendría generar esa imagen ghiblificada?
En primer lugar, tendríamos que pensar en el extractivismo minero para hacer los componentes electrónicos detrás de cada dispositivo, chip o placa base. Por ejemplo, en una placa base podemos encontrar la mitad de los elementos de una tabla periódica. Comunidades en todo el planeta se encuentran afectados por esta depredación con más o menos consecuencias. Desde las tierras raras de Ciudad Real o Ucrania, pasando por el Litio en Extremadura, o el cobalto, cuya control está detrás de la guerra del Congo.
Después tenemos que pensar en la construcción de esos chips y dispositivos electrónicos. Con todas las violencias ambientales y sociales que ejercen. Desde el consumo excesivo de agua en Taiwan que deja a los agricultores sin poder cultivar arroz, a los suicidios masivos en las fábricas donde se fabrican los dispositivos Apple en China (Ngai, 2017).
Seguimos por los cables submarinos, superpuestos sobre las antiguas líneas de telégrafos, que siguen todo el trazado colonialista que unía las metrópolis con sus colonias. (Cancela, 2023; Peña, 2023).
Y llegamos a los Centros de Datos que se están expandiendo en todos los territorios y que hemos comentado anteriormente. Las resistencias a estos Centros de Datos nos hemos levantado en todo el mundo. Desde EEUU, donde aparecieron las primeras resistencias, pasando por Latinoamérica donde en Chile han cosechado grandes éxitos, pasando por Europa las resistencias han pedido e incluso conseguido moratorias de implantación (Irlanda, Francia, Alemania, Holanda…). O en España, donde nuestro colectivo está consiguiendo crear conciencia ciudadana respecto al tema, lo que está permitiendo que algunos ayuntamientos se levanten contra la construcción de Centros de Datos en sus territorios.
Y para terminar el viaje, debemos pensar en los impactos ecosociales de la basura electrónica, que aquí tiene al continente africano como su mayor víctima.

Edición de la película Princesa Mononoke (Ghibli) por ErinBabyGoat: «Si dices que te encanta Estudio Ghibli pero usas el generador de imágenes de chatgpt-ghibli, entonces no. No amas Estudio Ghibli y fundamentalmente no entiendes o respetas a Hayao Miyazaki y su arte.»
En definitiva, podemos ver que los impactos materiales de lo digital mantienen los mismos ejes de opresión histórica colonialista pero esta vez con menos actores de colonizadores: las grandes empresas BigTech (Amazon, Apple Meta, Microsoft, Google, etc.) que van de la mano del gobierno de EEUU. En dichos impactos materiales se vuelven a observar que las comunidades designadas como zonas de sacrifico suelen mantener ejes de opresión habituales: zonas rurales, desérticas y empobrecidas.
Así pues, utilizar una imagen «ghiblificada» tiene unos impactos ecosociales en todo el planeta y solo contribuye a concentrar el poder en las manos de las Big Tech de EEUU. Y esta acumulación de poder en manos de unos pocos tecnobros, que apoyan claramente la necropolítica de Trump.
5. Openswahing.
OpenAI, la empresa que sacó esta herramienta IA generativa que imita al estudio Ghibli. OpenIA es la empresa de EEUU que se encuentra también tras GPT y chatGPT. Su CEO es el controvertido Sam Altman, quien durante este episodio de viralidad lo impulsó poniéndose en la red privativa X un avatar con estética de Studio Ghibli. Comentó «es muy divertido ver que a la gente le encantan las imágenes de ChatGPT, pero nuestros servidores se están derritiendo». Anunció que se establecerían límites a las cuentas gratuitas a la hora de generar imágenes.
Parte del éxito inicial de esta empresa, antes de lanzar sus productos, fue el “openwashing” que realizaron. Es decir, utilizar la buena imagen del software libre y el código abierto para venderse, cuando en realidad no tiene nada de abierto. Llevar la palabra Open en el nombre, ofrecerse como «de libre acceso limitado» o «freemium» no implica realmente que se trate de una IA libre.
El alto coste de computación, recursos especializados, restricciones de uso, etc. son factores determinantes que no permiten de facto replicarla. Recursos a los que tienen acceso muy pocas empresas tecnológicas en el mundo y que podría violar por tanto leyes antimonopolio (Whitakker 2024).
6. La vida es una luz parpardeante en la oscuridad.
Esa sería la traducción de Nausicaa (la vida es una luz parpadeante en la oscuridad), una de las películas más cautivadoras y extrañas del estudio Ghibli. En ella se observa un mundo postapocalíptico que tras haber sufrido las avaricias del capitalismo la naturaleza se ha desequilibrado y resulta peligrosa para la humanidad. Pero curiosamente es una de las obras que se han considerado precursoras del solarpunk. ¿Porqué? Por la fuerte sensación de esperanza, y esa sensación de que podemos vivir sin esa sensación de supremacía sobre los demás o sobre la naturaleza.
Cuando pensamos en todos los impactos del tecnocapitalismo es normal que nos abrumemos, que la culpa nos paralice. Como usuarios involuntarios de la tecnología a veces es difícil no sucumbir a un mundo digitalizado que nos hace falsas promesas de socialización, comodidad y éxito. Pero si conseguimos pasar de esa culpa individualizadora paralizante a la rabia podremos pasar a la acción. En comunidad encontraremos las maneras de resistencia contra el tecnocapitalismo. Y con esperanza, podremos imaginar otras maneras de habitar y relacionarnos en lo digital.
Tener la mirada crítica sobre la IA, en todas sus manifestaciones, nos permite crear debates sobre cómo usar la tecnología y reapropiarnos de ella.
En resumen, algo en apariencia tan inocente como usar imágenes Ghibli, esconde detrás graves impactos ambientales, legitima régimenes autoritarios y fascistas, y depredación de derechos laborales. Y como diría Miyazaki: es un insulto para la vida misma.
Referencias
- Cancela, E. (2023). Utopías digitales: imaginar el fin del capitalismo (2a edición.). Verso Libros.
- Crawford, K. (2023). Atlas de IA: Poder, política y costes planetarios de la inteligencia artificial (1st ed). Ned Ediciones.
- Gómez Delgado, A. (2019, abril 12). Memes, filtros burbuja y psicología tribal: Las herramientas del memefascismo. Corio. https://corio.es/2019/04/12/memefascismo/
- Keech, D. (2025, abril 7). 1M AI Images = Water for 2,000 People. Still Worth the Likes? OnFocus. https://www.onfocus.news/1m-ai-images-water-for-2000-people-still-worth-the-likes/
- Mbembé, J.-A., & Meintjes, L. (2003). Necropolitics. Public Culture, 15(1), 11-40. https://muse.jhu.edu/pub/4/article/39984
- McNeills. (2009, mayo 2). Hayao Miyazaki: Modern movies are too weird for me. The Independent. https://www.independent.co.uk/news/people/profiles/hayao-miyazaki-modern-movies-are-too-weird-for-me-1678129.html
- López, A., & García, M. (2022). Mi vecino Miyazaki: Studio Ghibli, la animación japonesa que lo cambió todo. Diábolo Ediciones
- McQuillan, D. (2022). Resisting AI: an anti-fascist approach to artificial intelligence. Bristol University Press.
- Merchant, B. (2023). Blood in the machine: the origins of the rebellion against big tech . Little, Brown and Company.
- Ngnai., & Chan, J. (2017). Morir por un iPhone: Apple, Foxconn y la lucha de los trabajadores en China. Editorial Descontrol.
- Peña, P. (2023). Tecnologías para un planeta en llamas. Paidos Chile.
- PostApocalipsis Nau. (2021). Post Apocalipsis Nau #59 Abolir Frontex y arqueologías sonoras (No. 59) [Broadcast]. En www.elsaltodiario.com. https://www.elsaltodiario.com/post-apocalipsis-nau/post-apocalipsis-nau-59-abolir-frontex-y-arqueologias-sonoras
- Proyecto Una. (2020). Leia, Rihanna & Trump: de cómo el feminismo ha transformado la cultura pop y de cómo el machismo reacciona con terror (2a ed.). Barcelona Descontrol.
- Rakshale, S. (2025, marzo 26). What’s With All The Viral Studio Ghibli AI Art? Here’s How People Are Using ChatGPT 4o’s New Image Generator. Know Your Meme. https://trending.knowyourmeme.com/editorials/guides/whats-with-all-the-viral-studio-ghibli-ai-art-heres-how-people-are-using-chatgpt-4os-new-image-generator
- Slow Factory. (s. f.). Instagram. Recuperado 6 de abril de 2025, de https://www.instagram.com/p/DHugG2xNFVr/?igsh=NzFud3IwOGVoODg%3D
- Valdivia, A. (2024). The supply chain capitalism of AI : a call to (re)think algorithmic harms and resistance through environmental lens. Information, Communication & Society, 1-17. https://doi.org/10.1080/1369118X.2024.2420021
- Watkins, G. (2025). AI: The New Aesthetics of Fascism. New Socialist. https://newsocialist.org.uk/transmissions/ai-the-new-aesthetics-of-fascism/
- Whittaker, M. (2025). La plantación y la computadora: tres ensayos sobre IA, trabajo y esclavitud. Virus.
- Widder, D. G., Whittaker, M., & West, S. M. (2024). Why ‘open’ AI systems are actually closed, and why this matters. Nature, 635(8040), 827-833. https://doi.org/10.1038/s41586-024-08141-1
Este artículo ha sido posible gracias al apoyo del proyecto Fondo de Empoderamiento y Resiliencia, coordinado conjuntamente por ENAR y la Fundación ENAR.
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